¿Alguna vez te han dicho lo que tu corazón deseaba escuchar, aún cuando tu misma no sabías que querías escucharlo?
¿Alguna vez has sentido alivio al escuchar a alguien decirte algo que en el fondo de tu corazón querías escuchar con todas tus fuerzas pero que ni tu creías que podría ser posible?
¿Alguna vez estuviste a punto de perder toda la esperanza y sentir como tu corazón se está partiendo poco a poco, y sentir ese vacío frío otra vez y justo en ese momento te han dicho justo lo que necesitabas escuchar para que tu corazón vuelva a latir con más intensidad que antes?
Pero aún así después de escuchar eso, has sentido que quieres más que eso, y aún sabiendo que no es lo que puede ser y sentirte mal por ello aún así quieres más de esa sensación.
Quieres mas, pero sabes que hubiera sido mejor alejarte desde el principio y aún así estás perdida por que aunque quieres eso, a la vez tienes miedo de que nada sea lo que parece, de que las cosas no sean lo que tu crees, pero a la vez te preguntas ¿qué es lo que es?,¿que es lo que yo quiero?,¿qué es lo que él quiere?,¿podríamos coincidir en eso?,¿la diferencia que tenemos entre nosotros es realmente tan grande que no puede ser saltada?
Dicen que el corazón no se rige por la lógica, pero cuando la lógica va en tu contra ¿qué harás?
Cuando tu sabes que no deberías, que eso no debería ser, que vosotros no deberíais ser, y hay algo mayor que tu que te va arrastrando hacia él como una tempestad, y con tanta fuerza que te da miedo, y a la vez que no quieres eso también lo quieres.
¿qué sentido tiene todo esto?
¿por qué a mi?
¿por qué tu?
¿podré alejarme a tiempo antes de quedar arrastrada por esta tempestad que arrasa con todo a su paso?
¿pero más aún, querré alejarme de esa persona especial que es capaz de decirme eso que necesito en el momento que más lo necesito y que logra poco a poco derretir el hielo que fue aunándose alrededor de mi corazón decepción tras decepción?
Este blog será utilizado por mi para desahogarme y para decir lo que siento y otras cosas
jueves, 11 de febrero de 2016
lunes, 1 de febrero de 2016
ganar a los demonios interiores depende de mi
Poco a poco voy descuartizando los demonios del pasado.
Van desvaneciéndose como las fantasmas que son al ver los rayos del sol.
El abrirme poco a poco a lo nuevo es realmente difícil.
El dolor del pasado sigue allí y sigue martirizándome en los momentos en los que debería ver las cosas de manera más positiva.
Sigo teniendo expectativas negativas con respecto al amor pero me estoy dando cuenta que eso no me permite avanzar. Permanecer estancada en el pasado es ya un crédito que no voy a permitirle a todo lo malo que me ha pasado hasta ahora.
Pues dejar las cosas malas en el pasado, allí donde es su lugar, es algo que uno debe hacer para poder seguir adelante, para poder amar y permitir ser amado. Con la persona que estás conociendo ahora o tal vez con otra, pero tener el corazón dispuesto al cambio es algo importante.
Es difícil matar los miedos del pasado esos miedos que se han ido agrupando al rededor de mi corazón y que han ido alimentándose poco a poco de mi. Esos demonios que han ido creciendo con cada nuevo golpe que la vida me ha dado. Esos demonios que no me dejan pensar con la mente clara aunque es lo que más necesito.
Pero ahora tomándome mi tiempo los voy destrozando.
Voy recobrando la confianza en mi misma, tal vez me quiero un poco más a mi misma, quiero más el mundo y quiero más la vida.
Todavía falta una gran batalla, pero soy consciente de que podré ganar.
Al fin y al cabo es mi felicidad la que está en juego.
Quiero ser capaz de sonreír libremente día a día.
Sonreír por que me amo a mi misma y amo la vida, y tal vez también sonreírle con amor a alguien que se habrá ganado mi corazón.
Soy consciente que ahora estoy poniendo barreras por el simple hecho de que anteriormente me ha salido mal, que no quiero que nadie alcance a ver mi fragilidad, y ese dolor que está carcomiendo desde dentro mi corazón. Pero también sé que hoy es menos que hace un mes.
Hoy elijo cambiar. Hace días que empecé la lucha, y no sé quién ganará pero desde luego si fuera a hacer una predicción digo que la que gane seré yo.
Pues todo ello me está haciendo más fuerte, más valiente y menos rota.
Suelen decir que "ningún mal dura cien años pues no hay cuerpo que lo aguante", pero a veces nos encontramos que nos acostumbramos a ese mal y llega a hacer parte de nuestro día a día, llega a hacer parte de nosotros.
Sólo cuando estás capaz de darte cuenta que ese mal no eres tu no es parte de ti y que tu eres mucho más, sólo entonces podrás empezar la lucha.
Y sólo podrás acabar la lucha cuando te has desacostumbrado a ese mal y estas volviendo a ser la persona que deberías haber sido desde el principio, tu.
Van desvaneciéndose como las fantasmas que son al ver los rayos del sol.
El abrirme poco a poco a lo nuevo es realmente difícil.
El dolor del pasado sigue allí y sigue martirizándome en los momentos en los que debería ver las cosas de manera más positiva.
Sigo teniendo expectativas negativas con respecto al amor pero me estoy dando cuenta que eso no me permite avanzar. Permanecer estancada en el pasado es ya un crédito que no voy a permitirle a todo lo malo que me ha pasado hasta ahora.
Pues dejar las cosas malas en el pasado, allí donde es su lugar, es algo que uno debe hacer para poder seguir adelante, para poder amar y permitir ser amado. Con la persona que estás conociendo ahora o tal vez con otra, pero tener el corazón dispuesto al cambio es algo importante.
Es difícil matar los miedos del pasado esos miedos que se han ido agrupando al rededor de mi corazón y que han ido alimentándose poco a poco de mi. Esos demonios que han ido creciendo con cada nuevo golpe que la vida me ha dado. Esos demonios que no me dejan pensar con la mente clara aunque es lo que más necesito.
Pero ahora tomándome mi tiempo los voy destrozando.
Voy recobrando la confianza en mi misma, tal vez me quiero un poco más a mi misma, quiero más el mundo y quiero más la vida.
Todavía falta una gran batalla, pero soy consciente de que podré ganar.
Al fin y al cabo es mi felicidad la que está en juego.
Quiero ser capaz de sonreír libremente día a día.
Sonreír por que me amo a mi misma y amo la vida, y tal vez también sonreírle con amor a alguien que se habrá ganado mi corazón.
Soy consciente que ahora estoy poniendo barreras por el simple hecho de que anteriormente me ha salido mal, que no quiero que nadie alcance a ver mi fragilidad, y ese dolor que está carcomiendo desde dentro mi corazón. Pero también sé que hoy es menos que hace un mes.
Hoy elijo cambiar. Hace días que empecé la lucha, y no sé quién ganará pero desde luego si fuera a hacer una predicción digo que la que gane seré yo.
Pues todo ello me está haciendo más fuerte, más valiente y menos rota.
Suelen decir que "ningún mal dura cien años pues no hay cuerpo que lo aguante", pero a veces nos encontramos que nos acostumbramos a ese mal y llega a hacer parte de nuestro día a día, llega a hacer parte de nosotros.
Sólo cuando estás capaz de darte cuenta que ese mal no eres tu no es parte de ti y que tu eres mucho más, sólo entonces podrás empezar la lucha.
Y sólo podrás acabar la lucha cuando te has desacostumbrado a ese mal y estas volviendo a ser la persona que deberías haber sido desde el principio, tu.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)